Esto es un relato sobre la sesión que tuve con la psiquiatra consejera matrimonial en donde hablamos de mi adicción a
cunnilingus.
"Roberto, debido que tu esposa va a reunir en privado con el doctor Dr. Gonzales esta semana, pienso que podemos aprovechar
de nuestro tiempo a solas para hablar de tu auto-proclamada adicción a cunnilingus."
"Gracias, doctora, será un placer."
"Perfecto. Aquí se dice que crees que esto comenzó en tu adolescencia, después de ver una vieja película porno en negro y
blanco de 8mm. ¿Podría explicar eso a mí?"
"Claro, doctora. Todo comenzó durante la clase de natación de que le hablé antes, cuando los otros estudiantes estaban
burlando del tamaño de mi pene. Usted recuerda esto, ¿no?"
"Sí, Roberto," dijo con una irritación ligera. "Lo recuerdo. Continúa por favor."
"Bueno, durante esa clase había también una chica cuyas pechos eran más grandes que las de las otras chicas, con pezones
duros que estaban visibles a través de su traje de baño, al igual como mi pene. Y por supuesto, varios de los chicos
comenzaron a hacer silbidos."
"Así que grité a ellos para detenerlos y nadó hacia adonde estaba ella. Estaba a punto de llorar, así que me frotaba mi
mano en su espalda y le dijo que no dejar que esos idiotas le molesta. De alguna manera su pierna rozó mi polla y ella se
quedó inmóvil. Luego se relajó y empujó su pierna contra mí de nuevo."
"'Lo siento,' me dijo, 'no era mi intención hacerte duro.' Pero yo no estaba duro y le dije eso. 'Oh,' me respondió
sonrojándose. 'Es que nunca me he sentido uno antes.' Pues le dije que no se preocupara. Que cuando finalmente sintió uno
que estaba duro, ¡que ella sin duda lo sabría!"
"Roberto, nuestro tiempo es limitado. Por favor, ¿puedes llegar más rápido al grano respecto a que tiene esto de hacer con
tu adicción al sexo oral?"
|
Vimos la película tres veces |
|
"Sí, doctora, tres veces en total."
"¿Y qué se trataba?"
|
Una película similar |
|
"!Vaya! Qué fuerte," dijo la doctora, obviamente excitada. "¿Cómo reaccionaron ustedes?"
"Bueno, después de mirarla la primera vez, creo que los dos estábamos excitados, pero tímidos. Después de la segunda vez,
estábamos muy cachondos y empezamos a besar. Ella tocó la polla y me dijo que había estado en lo cierto. Que ya se dio
cuenta de que sin duda yo estaba duro. Los dos nos reímos de eso y nos pusiéramos mucho más relajados. Y después de verla
tercera vez, le pregunté si pude lamer a ella como hizo los chicos de la película."
"¿Y qué te dijo?"
"Ella me dijo 'por supuesto tonto, ¡por eso se la mostré a ti¡'"
"Y... ¿Lo hiciste?"
"Por supuesto que sí, doctora. ¿Cómo iba a resistir hacerlo? Sólo tenía catorce años, pero aun así, el instinto sexual es
fuerte, ¿no?”
"Sí, sí, es muy fuerte," dijo ella, más de un poquito distraída. "Pero... ¿Por qué piensas que esto fue una adicción?"
"No, no. En este momento no sabía que era adicto. Sólo me di cuenta de esto más tarde."
"Pero, repito, ¿por qué dices que es una adicción, Roberto?"
"Umm... Porque no puedo pensar ni en una sola vez que estaba con una mujer sin comiendo su coño. Cuando pienso en una
mujer, en mi mente siempre me veo lamiendo su clíto y chupando sus labios. Y no puedo recordar ninguna vez que una mujer me
ha mostrado su coño y que he resistido comerlo."
"¿Estás diciendo que,” me dijo moviéndose en su silla “si me expongo mi vulva… así… que no puedes resistir comerlo?"
"Ay, doctora, ¡esto es muy poco profesional!" le dijo levantándome de la silla para arrodillarme entre sus piernas
abiertas. "Pero, ¡qué lindo coño tiene usted! Y como grandes y bonitos son tus labios....."
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario